Murmullos: 
            ¿qué tan dispuesto está el divulgador para captar 
            los ecos de su público?
            
          Maria 
            Emilia Beyer Ruiz
            mariaemi@servidor.unam.mx
            Dirección General de Divulgación de la 
            Ciencia
            
          La 
            divulgación de la ciencia enfrenta diversas definiciones, a 
            pesar de la búsqueda constante de una sola definición 
            que encierre el panorama de actividades, multidisciplinas y perfiles 
            de aquéllos que nos consideramos profesionales dedicados a 
            esta tarea. Destaca, sin embargo, el criterio que señala la 
            labor social implícita que se realiza a través de la 
            divulgación científica. Para algunos, esta labor es 
            el objetivo primordial. Para otros, es únicamente una de las 
            características. Para otros más, es una misión 
            ineludible del divulgador de la ciencia.
            
          El 
            presente trabajo parte entonces de una premisa aceptada y reconocida 
            por todos: la divulgación de la ciencia pretende compartir 
            el conocimiento científico con la sociedad en general. El cómo, 
            cuándo, a través de qué medios, etc. compete 
            a cada estilo de divulgador. Sin embargo, la premisa se mantiene. 
            Pero ¿qué tanta sensibilidad tiene el divulgador hacia 
            la respuesta que genera su labor en la sociedad? ¿qué 
            tantos oídos presta a los ecos que una comunidad le envía 
            tras recibir su producto de divulgación? 
            
          En 
            este trabajo me atrevo a compartir dos experiencias para incrementar 
            nuestra sensibilidad hacia la opinión de nuestros receptores, 
            específicamente en el medio de los museos y en la producción 
            de libros de divulgación científica.